SER AMIGA INVISIBLE, Y DESCONOCIDA…
Siempre he sido de esas personas que piensan que los regalos deben ser algo más que una simple compra bonita…
Yo creo que un regalo es más perfecto cuanto menos dinero inviertas y más creatividad le pongas.
Conocer a la persona ayuda, pero ¿y si no la conoces? si si, como oyes…
Hoy te quiero contar una de las experiencias más bonitas que he tenido estas navidades 🖤
Tengo la suerte de formar parte de un círculo de mujeres increíble, y una de ellas nos propuso un día hacer el amigo invisible por navidad, al principio pensé «¡qué loco!» porque en mi caso por ejemplo, no conozco a ninguna de las mujeres que lo conforman más de lo que se han abierto a contar en ese bonito espacio sagrado que hemos creado poco a poco, pero es verdad que conforme lo iba pensando me parecía más y más mágico…
La única regla que teníamos era bien sencilla: no podíamos comprar nada, simplemente podíamos crear algo. Aquello me pareció taaaan perfecto, porque aunque no conociese a mi destinataria, estaba segura de que si creaba algo desde la humildad, pensando qué me gustaría recibir a mi, sin ir a cosas banales o materiales sino más bien dejando a un lado la mente y poniendo sobre la mesa mi ser…no podía fallar!
Vamos a dejar en el anonimato a la persona que recibió mi regalo, y también creo que este escrito que me dispongo a publicar no va sobre «el qué» regalé finalmente, sino que pretendo que entendáis lo que pretendía hacer sentir:
Decidí regalar amor
Decidí regalar un ratito de paz
Decidí regalar autocuidado
Decidí regalar empoderamiento
Decidí regalar todo eso que merecemos, que aconsejamos…
y que pocas veces nos brindamos a nosotras mismas!
Entre otras cosas, mi sobre olía a Navidad… (como ya sabrás si me conoces un poco, para mi el olfato es uno de los sentidos más poderosos que tenemos), mi sobre contenía una carta que por algún motivo podría haber enviado a cualquier mujer del mundo, y la sentiría como propia… (vivan las mujeres empoderadas!), mi sobre contenía una canción que espero le diese alas para que sintiera que puede llegar a donde quiera, y eso entre otras cosas!
Ahora, unas semanas después, estoy terminando de escribir esto que empecé en un aeropuerto, de camino a casa por navidad, y como ya os podéis imaginar también recibí mi regalo… ¿Cuál fue mi sorpresa? que perfectamente podía haber sido algo que hubiera regalado yo, recibí amor, recibí palabras que salieron del alma de otra mujer para darme fuerzas para seguir, recibí también un sobre increíblemente perfumado (¿no os parece curioso esto?…), ni en mis sueños podría haber recibido algo mejor.
Y si lo que contenía el sobre que recibí hubiera sido distinto y lo hubiera preparado otra de las maravillosas mujeres que compone el círculo, estoy completamente segura de que me hubiera conmovido igual, porque algo hecho con tanta pasión nunca falla, y ¿sabéis cuál es la clave? además de la pasión cada una de nosotras sabía que no iba a ser juzgada, que debía dejar salir algo sin tapujos, hecho desde la libertad y no desde el «qué dirán» (que es uno de los grandes aprendizajes que me estoy llevando del círculo) porque si nosotras nos sentimos libres y empoderadas, los que nos juzguen no tendrán sitio a nuestro lado ⭐️